Cuando algo ocurre, cuando sientes que hay segundos en los que puedes tocar con tus dedos el cielo, cuando ves todo de otra forma, cuando solo esperas que ocurra algo bueno, cuando te dejas llevar, cuando tienes la sensación de que todo lo que ha pasado ha merecido la pena... Es cuando realmente llegas a valorar esos momentos que son capaces de dejarte sin respiración y esas personas capaces de hacerlo todo más fácil a su manera. Porque cuando algo dice de salir bien, irremediablemente tenemos la sensación de que a partir de ahí todo empieza a ir mucho mejor y sin darnos cuenta, así es.
¿Sabes que te quiero?
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