"Temer al amor es temer a la vida, y los que temen a la vida ya están medio muertos".

B. Russell

domingo, 7 de noviembre de 2010

Después de más de cuatro años, en los que pasamos por todos los estados del amor y el desamor, nuestra historia se acabó. Tú hacia el norte, y yo hacia ningún lugar. Me escondí por donde pude, me agarré a las cinturas que pude, te saqué de las conversaciones como pude y evité ir a los lugares donde coincidíamos como pude. Así acabé, perdida en medio de la ciudad de las almas, sin rumbo, preguntándome por qué cuanto más te esfuerzas en olvidar, más recuerdas. Pasaron varios meses y tras seguir caminando por esa línea decidí tomármelo con calma. Aunque doliera. Aceptar el dolor, como el precio de las cosas más hermosas. Tu recuerdo poco a poco comenzó a picar menos, y por un tiempo, según te ibas yendo,estuve de paso por la vida. Fue raro vivir sin sobresaltos, ver como poco a poco la tristeza se iba diluyendo con el paso de los días. Así llegó el día en que supe que ya no te necesitaba. Esa noche comprendí que el fin, también es el principio.



No me arrepiento de absolutamente nada de lo que he hecho y mucho menos de lo que he dicho, aunque quizás me arrepienta de algo que no hice o dije en su momento, y eso que siempre he dicho que prefiero arrepentirme de lo que hago que de lo que dejo de hacer... Cosas de la vida...

Quien no arriesga NO gana

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