Dos cuerpos vacíos de vida y llenos de sueños volvían a pasar por aquellas calles que tantas veces habían recorrido, esta vez era distinto, no andaban, se dejaban deslizar por las calles mojadas y frías, perseguidos por una enorme nube de decepción y desilusión, con mil recuerdos cargados a la espalda y cientos de besos que nunca se llegaron a dar. Rápidos, sus pasos cada vez eran más rápidos para poder llenar con el sonido de éstos los silencios que sus bocas indecisas creaban.
Cuatro ojos empapados de lágrimas, dos corazones helados, diez dedos que se buscan, miles de recuerdos, una historia y dos caminos para un solo final.
Y esa fue su forma de decirte adiós, decidió que lo mejor era irse de aquel lugar que tanto daño le hacía, se intentaba recordar a sí misma que no se merecía aquello, que no podía decidir porque ella nunca había elegido esa situación, le parecía injusta la responsabilidad que tenía que aceptar y decidió irse, decidió irse sola... Sólo escuchaba sus pasos seguros y fuertes y su respiración entrecortada, eran suficiente compañía durante aquel trayecto.
Y entonces volvió a aparecer, con los ojos encharcados en lágrimas, como hacia tanto tiempo que no le veía... Daba la sensación de tener tantas cosas que decir, que acabo por no decir nada.
¿Tan difícil es decir Adiós?
Y no lograré entender jamás si esto fue amor o ganas de perder la cordura.
- Y mírate ahora frente al espejo una vez más, ¿Qué ves?
- Veo... Me veo a mí mismo.
- Yo no veo eso... Mírala a ella ahora, ¿Qué ves?
- Pues en este momento, sólo a ella... ¿Qué estás viendo tú?
- Pues yo te miro y veo a un cobarde, a una persona incapaz de luchar porque está tan sumida en sí mismo y en pensar que es lo que quiere que no consigue avanzar, porque se siente más seguro estando estancado, pero en ningún caso te veo a ti... Y en ella no sólo veo a una persona, lo primero que veo son sus ojos, que dicen que son el espejo del alma y después veo a una persona insegura por sentir lo que siente. Mírala de nuevo, ¿Qué ves ahora?
- Ahora sólo veo los ojos más bonitos que jamás he podido imaginar...
Pequeña niña inútil, deja de pensar y comienza a sentir, abre los ojos, que si los demás lo han hecho tú también puedes hacerlo, Maldita ilusa confundida, deja de llorar y comienza a vivir, que la vida no se acaba cuando alguien decide marcharse y el mundo sin esperarte sigue girando con la misma intensidad y el tiempo transcurre aunque sientas que tu corazón se para por momentos.
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