"Temer al amor es temer a la vida, y los que temen a la vida ya están medio muertos".

B. Russell

lunes, 8 de noviembre de 2010

Fuerte


Yo, intentando dejar de ser una ilusa,
he optado por dejar de creer en la suerte y comenzar a creer más en mí misma, y es que he escuchado mil veces que cuánto más grande es lo que optamos a llegar a poseer y más lejos se encuentra nuestra meta, más satisfacción nos produce alcanzarla.
Ambición, sólo es cuestión de eso, cuestión de creer que eres capaz de conseguir todo lo que te propongas por imposible que se te muestre, cuestión de ser... ¿Constante?

Constancia...Aunque a veces no todo dependa de nosotros, es necesario ser constante...
Cueste lo que cueste... Esto sólo es el comienzo.




Gritaré hasta que no me queden fuerzas para volver a gritarte...



Y a pesar de todo sigo repitiéndome que esto no es justo, no puedo llegar a comprender la razón por la cual dos personas que se han querido tanto no puedan ser amigos... NO logro entender como las personas pasamos de ser todo a ser nada en cuestión de milésimas de segundos cuando se trata de sentimientos...
Estoy cansada de escuchar historias de amores infinitos que siempre encuentran su final, mi error fue pensar en lo eterno, o quizás, mi error es seguir pensando en ello... En creer que nunca llegaría lo que era evidente.
Lo nuestro se quedó atascado entre lo bonito y lo imposible, entre lo evidente y lo fugaz, entre un sí pero no, entre un te necesito y no quiero volver a verte, y es que somos norias cargadas de sentimientos, frustraciones, recuerdos y experiencias, dos personas destinadas a encontrarse para llegar a luchar por olvidarse. Una historia más de esas que tantas existen, de amores imposibles, de encuentros y reencuentros, de tirar la toalla, de querer abandonar la partida sin darnos cuenta que el único tablón del juego era la vida y los jugadores tú y yo, destinados a buscarse mil veces por diferentes callejones, de creerse dueños sin llegar a tenerse...
De esas historias que tanto vemos en las películas, de ahí la expresión de que los amores reñidos son los más queridos, esas historias en las que el chico abandona a la chica, ella sufre por él, él vuelve arrepentido dándose cuenta milagrosamente de que ella el amor de su vida y entonces ella le dice que no y se va con su mejor amigo... ¡Y esto en la realidad no ocurre! Lo primero es que el chico nunca vuelve, nunca se da cuenta y lo segundo es que nosotras somos tan sumamente idiotas de que tropezamos con la misma piedra no sólo dos veces sino reiteradamente y así no hay quien tenga una historia bonita.

- Siempre nos quedará la opción de ser amigos.
- ¿Amigos? ¿Tú y yo amigos? Tú y yo no podemos ser amigos, no puedes pretender ser mi amigo cuando me has prometido hasta las estrellas y ni siquiera las vimos juntos, no puedes porque me dijiste que esto sería para siempre y se quedó en un quizás, no puedo porque me sentí culpable por todo lo que nos estaba pasando, no puedo porque te quiero y cada vez que te miro a los ojos los recuerdos se me clavan como las imágenes más bonitas y dolorosas que jamás nadie imaginará... No podemos serlo porque a pesar de ser tan diferente sigues siendo tú en mis recuerdos.


Tú no tienes alma,
Yo no tengo valor para ver como te marchas como si no pasara nada.
Tú no tienes ganas,
Y yo me muero por darte las fuerzas que hagan falta.
Tú no tienes derecho a decirnos adios
Y yo no tengo el derecho a decirte que no,
Si no tienes ganas yo no tengo nada
Tú no tienes alma...
Te abandonas cansada a un destino que te marca.
Tú no tienes en la vida más tiempo que yo
Y yo no tengo
la llave que cierra el dolor,
Si no tienes alma yo no tengo nada...
...

Yo estoy muy bien y tú... ¿Cómo estás?

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