Espejos

Vendo el inventario de recuerdos de la historia mas bonita que en la vida escuche
Vendo el guión de la película mas triste y la mas bella que en la vida pude ver
Vendo los acordes, la brillante melodía y la letra que en la vida compondré
Vendo hasta el cartel donde se anuncia el estreno del momento que en la vida viviré
Entiendo que te fueras, y ahora pago mi condena pero ...no me pidas que quiera vivir
Sin tu luna, sin tu sol, sin tu dulce locura
me vuelvo pequeña y menuda, la noche te sueña y se burla
te intento abrazar y te esfumas
vendo una cámara gastada que captaba la mirada que en la vida grabare 
vendo dos entradas caducadas que eran de segunda fila que en la vida romperé...
Subiré cada noche a buscar a tu luna en mi tejado el recuerdo de un abrazo que me hace tiritar
Sin tu luna sin tu sol sin tu dulce locura 
llorando como un día de lluvia mi alma despega y te busca en un viaje del que nunca volverá.

VÉRTIGO, siento vértigo...

No olvides nunca, que a pesar de todo, lo que te he dicho y dejado de decir, siempre has sido lo que has sido...

TODAY IS GONNA BE THE DAY

THAT THEY´RE GONNA THROW IT BACK TO YOU

BY NOW YOU SHOULD´VE SOMEHOW

REALIZED WHAT YOU GOTTA DO

I DON´T BELIEVE THAT ANYBODY

FEELS THE WAY I DO ABOUT YOU NOW...

- Hi, new life... Is this what you wanted?

- I don't know, but I think that is... Is... Correct?

Los príncipes de cuento no existen, ni tampoco las princesas, lo que sí existen son los errores y el poder de convertir los errores en experiencias que nos hacen evolucionar, no existen los cuentos de amor, sólo existen historias con un montón de errores y recuerdos increíbles capaces de hacer suspirar hasta al ser más frió del planeta, porque por mucho que nos neguemos a creer en el amor, el amor no es algo material que podamos tocar u observar, el amor se encuentra en lo más pequeño y cotidiano del día a día, en una mirada, en el rozamiento de dos manos, en la negación de los sentimientos... Todos somos humanos y como tales, estamos destinados a equivocarnos, enamorarnos, hacer daño y sentir que somos los reyes del mundo sin caer en la cuenta de que sólo somos una pequeña parcela de realidad en el campo de visión de los demás, ni más, ni menos.