Extraña

Antes de nada, quiero avisarte de unas cuantas cosas que siento que debo decirte: Soy una niña caprichosa y muy cabezona, me cuesta dar mi brazo a torcer incluso en las situaciones más ridículas, lloro mínimo una vez al mes, tengo la tonta manía de sentirme sola a pesar de no estarlo, tengo mil manías a estas alturas que posiblemente nunca pueda cambiarlas, me considero una persona sincera hasta el punto de a veces hacer daño, prefiero ser realista que prometer algo que sé que jamás podré darlo, soy una ilusionista con las personas, a pesar de todo sigo creyendo que en el mundo quedan personas que no se rigen por simple egoísmo ni placer propio, no creo que la gente pueda cambiar de la noche a la mañana, me cuesta habituarme a los cambios pero odio la rutina, me gusta conocer gente nueva, me encanta el olor a ropa recién tendida y el de los libros recién estrenados, soy capaz de sorprender de mil manera distintas, puedo llegar a devorar libros de casi 1000 páginas en dos días, me encanta perderme entre un folio y un lápiz y dibujar lo primero que se me ocurra, no me da miedo a arriesgarme por algo que creo que merece la pena, pienso que vale más un silencio que mil palabras si se saben interpretar, me gusta leer en los ojos de los demás para entender lo que las palabras no pueden explicar, soy capaz de cualquier cosa para ver sonreír a la gente que de verdad me importa, puedo pasar horas enteras escuchando el mismo disco de música, siempre me ha gustado la música pero no he aprendido a tocar ningún instrumento, me encanta ver el patinaje artístico en la televisión, sonrió sin motivos si siento que soy feliz y aunque no todo me ha ido bien creo que el amor puede atravesar montañas.

Me encanta perderme entre el aire de un suspiro que vuela hasta el siguiente beso que se esconde tras un muro esperando que nadie lo encuentre, es entonces cuando siento que es tu aire lo que respiro.

[Algún día te escribiré la declaración de amor más bonita del mundo. Sé que será un día de otoño (porque nos encanta el otoño), pero uno de esos en los que a pesar de brillar el sol, el frío te abraza hasta los huesos. Te escribiré mi declaración de amor un día bañado en hojas de color naranja y castañas, tiritante, con olor a almendras dulces. Y después te quitaré un beso, tal vez dos... nos respiraremos y nos acurrucaremos en cualquier portal. Tú sabrás que te quiero para siempre... yo me reiré un poco, juntaré la punta de mi nariz a la tuya y te diré que si sabes lo poco que queda para que sea Navidad.]