Me quitas la vida y al instante siguiente el aíre vuelve a entrar en mis pulmones, es
agridulce, me siento asquerosa pero viva, todos escondemos un secreto en el fondo del armario.
Y créeme que me gustaría, me gustaría creerte cada vez que sale algo de tu boca, el problema es que pocas veces te escucho, simplemente me limito a oírte y quizás lo que necesite en este momento sea
sentirte, por eso a veces
te busco desesperada y paso de odiarte a adorarte en milésimas, eres insufrible y por eso me gusta tanto que no me entienda nadie, ni siquiera yo y por eso me gustan tantos los
textos abstractos, dejan abiertas tantas puertas...
Que le follen a la realidad.
Aquí dentro se está mucho mejor...
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