Realidad...

Eres tan sumamente grande que siempre me quedo pequeña, haces que dentro de mi crezcan cosas tan grandes que me sienta estúpida por contradecirme en el mismo día. Pero cuando todo está más negro que nunca, cuando siento que ha sido un día duro, difícil, agotador... Llegas tú, con tu incansable locura, con tus fuerzas, tus ganas de luchar, tu forma de ser... y haces que todo sea un poco más fácil, que se llene de color casi instantáneamente al escuchar tu voz, esa voz que me hace recordar que no puedo estar sin ti, que no puedo, que es imposible, que perderé a todas las personas del mundo, que me puede faltar incluso el aire, PERO TÚ NO.
Eres imprescindible... Y mira que dicen que nada lo es, pues no es cierto, tú eres imprescindible en mi vida y cada vez más... Porque son estas pequeñas cosas las que dan sentido a todo esto, las que hacen que seguir luchando merezca la pena... porque sé que por mucho que eche de menos tus abrazos siempre llega el día en el que pueda dártelo y decirte a la cara que te quiero... mientras tanto sólo puedo decirte: - te echo de menos, a rabiar.

Te quiero y no sabes cuanto.