"Temer al amor es temer a la vida, y los que temen a la vida ya están medio muertos".

B. Russell

domingo, 12 de diciembre de 2010

Muy por encima.

De algo estoy seguro. 
No podrá quererla como la quería yo, no podrá adorarla de ese modo, no sabrá advertir hasta el menor de sus dulces movimientos, de aquellos gestos imperceptibles de su cara. 
Es como si sólo a mí se me hubiera sido concedida la facultad de ver, de conocer el verdadero sabor de sus besos, el color real de sus ojos. 
Nadie podrá ver nunca lo que yo he visto. Y él menos que ninguno. 
Él, incapaz de amarle, incapaz de verle verdaderamente, de entenderla, de respetarla. 
Él no se divertirá con esos tiernos caprichos.



Es hora de volver a casa. Es hora de volver a empezar, lentamente, sin dar demasiadas sacudidas al motor. Sin darle demasiadas vueltas. Con una única pregunta: ¿Volveré a estar alguna vez allí arriba, en ese lugar tan difícil de alcanzar? Allí, donde todo resulta más hermoso. Desgraciadamente, en ese mismo instante, ya sabes la respuesta.

- Tú y yo, tres metros sobre el cielo... :)

No hay comentarios:

Publicar un comentario