"Temer al amor es temer a la vida, y los que temen a la vida ya están medio muertos".

B. Russell

lunes, 13 de diciembre de 2010

Tres metros sobre el cielo...




Gracias por hacerme sentir como me siento, por apretar bien fuerte mi mano cuando lo necesitaba y secarme las lágrimas que sin remedio he dejado caer... Gracias por no desistir nunca... Por mostrarme que existe una salida de emergencia distinta...
Tres MIL metros...



Cuando los caminos se bifurcan, cada uno toma una dirección pensando que al final los caminos se volverán a unir…
Desde tu camino ves a la otra persona cada vez más pequeña.
"No pasa nada, estamos hechos el uno para el otro", y ahí está ella, y al final solo ocurre una cosa, llega el puto invierno y no hay vuelta atrás, lo sientes, y justo entonces intentas recordar en que momento comenzó todo y descubres que todo empezó antes de lo que pensabas…
Mucho antes…y es ahí justo en ese momento cuando te das cuenta de que las cosas solo ocurren una vez, y que por mucho que te esfuerces, ya nunca volverás a sentir lo mismo, ya nunca tendrás la sensación de estar a tres metros sobre el cielo...
Cuando cojemos caminos distintos , pensamos que los caminos se unen... pero no es así.


Es una sensación. Una sensación que recorre tu cuerpo a 100.000 bytes por segundos, provocando una irrigación sanguínea incontrolada que nutre el corazón hasta hacerlo bombear a mil por hora.
¿Cómo lo sientes? ¿Por qué lo sientes? ¿Con quién lo sientes? Todo depende: una persona, las circunstancias, la experiencia... lo que es seguro es que son tus manos las que laten, tus ojos los que hablan, tus labios los que tiemblan y tu boca la que golpea.
Es el momento en el que te sientes vivo. El instante en el que tomes la decisión que tomes ya nada volverá a ser lo mismo.

Unos lo llaman amor, otros amistad y riesgo y unos pocos peligro.... O la sensación vertiginosa que provoca el estar a tres metros sobre el cielo...


Sentir que estás volando por encima del cielo, que tus pies dejan de tocar el suelo no es más que la sensación de enamorarse por primera vez... la sensación de sentir que esa historia es interminable, infinita, que pase lo que pase siempre estará nuestro primer amor ahí... No es más que eso, un montón de recuerdos porque fue el primero y nos llegamos a creer que sería el último. Maldita ingenuidad que hace que las primeras historias sean tan inolvidables, maldita ingenuidad que nos abandona en las posteriores... Y debes aprender que a cada paso que des hacia adelante esos recuerdos te perseguirán, porque no podrás evitar recordarle mientras ves una película romántica y rompes a llorar, porque no podrás evitar escuchar canciones melancólicas con la única necesidad de recordar durante un momento... Porque al final te han quedado un millón de recuerdos que deberás arrastrar durante toda tu vida a la espalda... Porque toda una vida no es suficiente para olvidar todo aquello que te hizo sentir tan grande. Porque el error es nuestro, por pensar que la eternidad existe, por creer que el primer amor es el único, por hacernos invisibles a la verdad, por cobardes, por no saber apreciar los verdaderos momentos de felicidad, por no querer reconocer lo que tenemos ante nuestros ojos: Las historias más bonitas que jamás nadie en la vida pudo imaginar...


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